Asigunes o el universo mágico
¿Es el universo una entidad matemática? Me he preguntado insistentemente. En 1687, Isaac Newton publicó su Philosophiæ naturalis principia mathematica. En ella con no complejas fórmulas se expresaba un modelo en el que los planetas se movían mecánicamente alrededor del Sol. Con tal obra el gran reloj planetario al fin se comportaba como soñaron Copérnico, Kepler, Galileo y muchos otros. Los planetas habían dejado de ser misteriosos cuerpos errantes, habían dejado de ser mensajeros de los dioses y de los hados. A partir de entonces fue posible calcular en qué punto del espacio se encontrarían los cuerpos celestes con precisión casi infinitesimal. Sólo se requería conocer el lugar y la fecha en donde un cuerpo y sus vecinos habían estado para calcular en donde se encontrarían mañana. La ciencia había dado un gran paso; parecía que sí, el universo es una entidad matemática.
En el puerto de Acapulco, volvía Guadalupe de un paseo en bote. Ella y sus hermanos habían rentado un pequeño yate para conmemorar el primer aniversario de la muerte de su padre. Mi suegro fue un amante del mar. Nadaba de la playa de Caleta a la isla de la Roqueta ida y vuelta. El padre de mi esposa padeció desde su niñez dismetría de las extremidades inferiores y desde su adolescencia de inestabilidad glenohumeral (su hombro se zafaba constantemente). En alguna ocasión debió colocar él mismo su hombro para continuar nadando y sin embargo, él se sentía libre en aquel ambiente. El recorrido en el mar que mi suegro nadó varias veces tiene una longitud aproximada de dos kilómetros. Un recorrido que reprodujeron en su paseo mi esposa y mis cuñados mientras rememoraban a su padre. Al final de la ceremonia y del recorrido, mi esposa se sentó cansada en la parte inferior del navío con una ventana de vidrio a su espalda. Había decidido no levantarse de aquel lugar hasta que no hubieran atracado y el capitán ordenara descender.
Se dice que Pierre Laplace, en alguna ocasión, expresó a Napoleón Bonaparte, por aquel entonces su discípulo, que si se conocía el estado de todas las partículas del universo en un instante dado y se contaba con los medios de cálculo suficientes para someter los datos al análisis sería posible determinar cómo habría nacido el universo y cómo alcanzaría su muerte. Nació así la doctrina filosófica conocida como determinismo. Tal doctrina sostiene que todo acontecimiento físico, incluso el pensamiento y las acciones humanas, están determinadas por inmutables cadenas de causas-y-efectos. Entonces si todo obedece a causas y a efectos, si el universo es una entidad matemática, todos sus fenómenos deberían poder ser expresados mediante fórmulas matemáticas.
Llegando a puerto, el muelle correspondiente se encontraba congestionado. Habría que maniobrar para evitar dos navíos que se encontraban anclados en el desembarcadero. El piloto se dio a la tarea. Al aproximarse al destino, antes de que el yate detuviera su marcha, Guadalupe sintió la necesidad de levantarse de su asiento, lo sintió como si hubiera escuchado una voz interna que le ordenara: “levántate”. A pesar de su intención de no moverse hasta que el yate hubiera cesado su marcha, a pesar de la predisposición de mi esposa a rebelarse contra los imperativos, ella se levantó sin titubeo alguno. Al segundo siguiente un aparejo de uno de los barcos atracados en el muelle entró por la ventana rompiendo el vidrio. Guadalupe se llenó de astillas que hubo que retirar de sus ropas, sus brazos y piernas. De no haber obedecido la orden de esa voz interna, el aparejo le habría golpeado la cabeza. ¿Qué fue lo que salvó a mi esposa del percance? ¿Acaso fueron ángeles, el espíritu de su padre, fueron cuadriones, algún presentimiento benefactor, los designios del Creador universal, los ciclos del tiempo que lo han determinado todo, la amplia consciencia de mi esposa? No cabe duda en ocasiones los eventos parecen mostrar al universo como una entidad mágica. Sin duda alguna existen los asigunes, pues ningunas matemáticas conocidas son capaces de plantear un modelo que responda estas cuestiones.