Actuar sin arrebato
Este era un reino donde todas las mujeres eran inteligentes, discretas, casadas y fieles; no así sus maridos. En una noche de libertinaje todos los hombres viajaron a un reino vecino donde las mujeres no eran inteligentes, discretas, casadas o fieles y cometieron, algunos de ellos, adulterio. A la mañana siguiente, la monarca de aquel reino de mujeres inteligentes recibió, de manos de una de las mujeres vecinas, la lista de nombres de los hombres que habían violado sus votos matrimoniales. La reina debía idear la forma de castigar a aquellos maridos transgresores, pero no podía cometer indiscreción acusándolos directamente a sus esposas, pues ella era una mujer discreta. La solución que discurrió fue mediante carta dirigida a todas y cada una de sus súbditas. La carta estaba redactada en el siguiente tenor: "A continuación enlisto los nombres de todos los hombres de este reino que ayer nos fueron infieles con excepción de tu marido en caso de que él lo haya sido. Cuando descubras que tu esposo es uno de los adúlteros te ordeno lo azotes en la plaza pública a la vista de todos los ciudadanos como escarmiento." ¿Cuánto tiempo tardaron las mujeres en descubrir que sus maridos debían ser castigados? ¿Cómo lo descubrieron si ninguna podía tampoco acusar a los esposos de otras, pues ellas también eran discretas? Este es un acertijo de lógica, creo que, de origen griego. Si el lector desea resolverlo por sí mismo, este es el momento en que debe detener la lectura de este cuento.
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Cada una de las inteligentes mujeres de aquel reino razonó de la siguiente manera: nuestra reina ha emitido dos tipos de cartas. La primera dirigida a aquellas mujeres cuyos maridos no han cometido infidelidad. Esa carta contiene los n nombres de todos los maridos infractores. El segundo tipo de carta fue enviada a aquellas mujeres que sus maridos infringieron sus votos matrimoniales. Ese segundo tipo contiene n-1 nombres. Ahora, aplicando un método de razonamiento progresivo, si sólo un hombre hubiese sido infiel, entonces todas las cartas contendrían un nombre con excepción de una, cuya lista estaría en blanco. Aquella mujer que recibiera tal carta sabría de inmediato que su marido es el único transgresor y lo castigaría el mismo día que se entregaron las cartas. Las restantes mujeres respirarían aliviadas al enterarse de que un hombre había sido castigado, pues ellas habrían pensado que sólo había dos posibilidades: que n fuera igual a uno o que n fuera igual a dos. Si ningún hombre hubiese sido castigado el primer día, entonces significaría que n es igual a dos y entonces dos mujeres, aquellas con carta de un solo nombre, castigarían a sus maridos el día siguiente de las cartas. Ahora, si las cartas contuvieran dos y tres nombres, aquellas mujeres con dos nombres en su lista esperarían dos días para saber si en el segundo, dos hombres eran castigados en la plaza. Tres mujeres castigarían a sus maridos al tercer día de no ocurrir lo anterior. Si n fuera igual a cuatro, las mujeres con tres nombres esperarían tres días para saber si n es igual a tres y hay cartas con dos nombres o deben castigar a sus esposos el cuarto día. Concluyendo: si la lista recibida contiene m nombres, la receptora deberá esperar m días para saber si existen m nombres en total y su marido ha sido fiel o m+1 nombres y el nombre de su esposo ha sido excluido de la lista y debe ser castigado.
Cuando una noticia trascendente para mis intereses personales llega hasta mi entender, pero carezco de otras fuentes para confirmarla, aplico el principio de las mujeres inteligentes, discretas, casadas y fieles: espero. Sé que el tiempo me dará la respuesta. Otras fuentes surgirán para confirmar o refutar la noticia. Actuar de inmediato es actuar por arrebato. Se corre el riesgo de proceder creyendo en mentiras, exageraciones o imprecisiones.